Según mi experiencia existe un desequilibrio entre el calendario deportivo que plantea la federación temporada tras temporada en algunas categorías respecto al calendario escolar
La situación sufrida a causa de la covid nos ha obligado a cambiar gran parte de nuestro día a día, nuestra manera de relacionarnos, de trabajar, de hacer deporte…en definitiva ha cambiado nuestras vidas. Por supuesto, el fútbol no es ajeno a esta situación y toca tomar decisiones y preguntarnos sobre cuándo y cómo va a continuar. Por eso, tenemos la oportunidad de mejorar “nuestro“ fútbol en este momento de reestructuración que vivimos.
Estoy muy vinculado a la Federació Catalana de Futbol. Soy jugador, entrenador y actualmente alumno de la escuela de entrenadores de la propia federación. No debe ser una tarea sencilla llevar a cabo esta reestructuración. Encuadrar todas las competiciones, categorías, grupos y que todos los clubs y federados estén satisfechos.
Según mi experiencia existe un desequilibrio entre el calendario deportivo que plantea la federación temporada tras temporada en algunas categorías respecto al calendario escolar o laboral en el que vivimos. Así lo he “sufrido” durante más de 20 años. Entreno un equipo de Tercera Catalana y para nosotros la temporada pasada empezó en partido oficial el 18 de agosto de 2019: semifinal de la Copa Catalunya Amateur. Sé que es un hecho particular y poco habitual, pero lo que sí es habitual es que muchas ligas den comienzo durante el mes de septiembre, lo que implica empezar los entrenamientos en agosto o incluso en julio. He llegado a escuchar fórmulas que consisten en empezar la pretemporada, dar unos días de vacaciones y continuar con los entrenamientos unos días después, o también las jornadas de cohesión grupal para cadetes en la playa (porque no hay campo). Prácticas que evidencian que el sistema es mejorable.
Cuando ya has pasado por eso y escuchas a familias decir que no pueden ir de vacaciones con sus hijos, que tienen que volver antes porque su hijo empieza los entrenamientos o, a nivel amateur, compañeros que no pueden disfrutar de sus familias o amigos, te das cuenta que algo se podría cambiar. Personalmente, siempre me ha gustado sentirme privilegiado por hacer lo que me gusta y así lo he transmitido siempre en mi entorno, pero considero que estamos en un momento de cambios y que este es uno de los factores que pueden mejorar.
Imagino que los responsables de tomar estas decisiones están organizando nuestro futuro deportivo en estos momentos, por eso es un momento único para que, no solamente para la próxima temporada, sino para siempre, se encuentre un sistema mejor en cuanto a calendario y más adecuado a un mundo no profesional. No soy yo el que tiene que aportar las soluciones, pero se me hace difícil pensar que a nadie se le haya ocurrido retrasar la finalización de las ligas a las primeras semanas del mes de junio por ejemplo, aunque tampoco a los empresarios se les había ocurrido que sus trabajadores podían trabajar desde casa hasta que se han visto obligados. Nosotros, también por obligación, parece que empezaremos la próxima temporada hacia el mes de octubre, curiosamente bajo mi punto de vista como siempre debería haber sido.
En todo esto también son parte importante los entrenadores/clubs… y es que a menudo intentamos trasladar circunstancias del mundo profesional (donde nos gustaría estar) a contextos no profesionales, donde los damnificados son los propios jugadores y sus familias.
Espero que entre todos podamos seguir mejorando el fútbol catalán, envidiado en muchos aspectos por el resto de territoriales.